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Ser líder no es ser invencible. Aprende cómo la vulnerabilidad puede inspirar más
Durante mucho tiempo, se ha creído que un líder debe ser fuerte, infalible, siempre seguro y resistente a cualquier muestra de debilidad. Pero hoy, más que nunca, estamos entendiendo que ser líder no es ser invencible.
De hecho, uno de los rasgos más poderosos de un liderazgo auténtico es la capacidad de mostrarse humano, real y, sí… vulnerable.
La falsa armadura de la perfección
Muchos líderes se colocan una armadura emocional creyendo que deben tener todas las respuestas, nunca equivocarse o aparentar que nada los afecta. Sin embargo, esa imagen de perfección puede alejar a su equipo en lugar de inspirarlo. ¿Por qué? Porque es difícil conectar con alguien que parece inalcanzable.
La vulnerabilidad no es debilidad
Mostrar vulnerabilidad no significa rendirse o no tener el control. Significa tener el coraje de decir: “No sé”, “Me equivoqué”, o incluso “Estoy pasando por un momento difícil”. Cuando un líder se permite ser vulnerable, crea un espacio seguro para que otros también lo sean. Eso fomenta la confianza, la empatía y el verdadero trabajo en equipo.
